Ser comunista ya debería ser bastante para condenar a cualquiera pero no, vivimos en un mundo en el que se manifiesta una actitud de comprensión ante los comunistas incondicionales (son gilipollas, tiranos y fachas, pero siguen estando de moda). Hasta tal punto que la vice-presidenta del gobierno asistió al funeral de este comunista, no lo olvidemos; ha dado legitimidad a las creencias de un anti-democrata y defensor de tiranos y despotas. Y a un escritor malo; porque Saramago no es buen escritor. Es aburrido y no tiene nada nuevo que decir.
Por cierto, yo sí soy capaz de distinguir la pólitica del mérito artístico- García Márquez es un genio de los cuentos, sin paliativos, a pesar de ser comunista- pero soy capaz de hacer lo que María Teresa Fernández de la Vega no puede hacer; evaluar la calidad artística al margen de las creencias, y Saramago era mal escritor.Su arte no merece la presencia de una vice-presidenta en su funeral, y sus creencias políticas no merecen más que desprecio.
Y Zapatero se ha permitido el lujo de dejarse recibir por Quaddafi, un tirano, un dictador militar, un asesino. Zapatero, por mal que me cae, y por muy tonto que sea, ha sido elegido como jefe del gobierno por el pueblo español, y ocupa su puesto legitimamente. Tratar de igual al despota libio le disminuye a él y a todos los españoles.
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