domingo, 21 de noviembre de 2010

Termas en Terrinches

En un lugar de La Mancha que me gusta mucho, y dónde suelo estar precisamente en estas fechas, aunque este año no ha podido ser, se está excavando y conociendo unas termas romanas de gran interés histórico. También hay una zona cercana al pueblo (que creo ser la de la foto, o un lugar parecido no lejos de allí), que está dando muchos objetos de hace unos mil años.

Reproduzco parte de la noticia, que he visto en este blog, que se dedica a llamar la atención sobre estas cosas. Aún no he visto trabajos técnicos sobre el yacimiento.

"El yacimiento arqueológico de la villa romana de La Ontavia, en Terrinches (Ciudad Real), ha sacado a la luz los restos de unas termas de 2.000 años de antigüedad. El hallazgo ha sido elogiado por la comunidad científica pues su estado de conservación es bastante aceptable y permitirá conocer más detalles de cómo era la España romana del siglo IV después de Cristo, cuando el Imperio Romano entraba en su etapa final de decadencia.
El descubrimiento de estas termas ha tenido lugar en la campaña de excavaciones del 2010. Según la delegada provincial de Cultura en Ciudad Real, Valle Fuentes, «cabe destacar el buen grado de conservación de las instalaciones termales, que cuentan con piscinas y salas frías, calientes y templadas, además de vestuarios y letrinas». En opinión el equipo de arqueólogos que trabaja en este yacimiento desde el 2007, la villa de La Ontavia se creó hace 2.000 años cuando un misterioso y rico terrateniente romano decidió marcharse de la ciudad donde vivía y abandonar sus incomodidades para instalarse con su familia y sus esclavos en un lugar próximo pero en plena naturaleza. Para ello, eligió un paraje del Campo de Montiel..."

sábado, 20 de noviembre de 2010

Momio Fail

En la glorieta al comienzo de la vía verde. Sin comentarios.

martes, 2 de noviembre de 2010

El Día de los Vivos

Morir es de los vivos. Por supuesto. Llorar a los muertos es de los vivos. Los seres humanos somos así. Visitar el lugar donde dejamos sus cuerpos también es de los vivos, y algo menos explicable. Llevarles flores que no verán y que se llevará el tiempo, el viento, o el hijo de la tumba de al lado que no ha traído las suyas propias carece de toda lógica. Pero, somos humanos, y somos así. A partir de allí, reírse con amigos con los que se encuentra uno, discutir con el que te quita la plaza donde pretendías aparcar, poner cara de aburrimiento mientras tus padres miran una lápida, intentando expresar un sentimiento real con un rictus fingido, espiar a las inmensas familias gitanas que se congregan en torno a sepulcros enormes y de gusto muy discutible, resulta casi natural.

El cementerio estaba lleno este lunes. Fuera había decenas de puestos de flores para los que habían pensado que no hacían falta, un montón de coches para los que no querían andar,  un buen número de policías por si los coches no encontraban sitio o do familias encontradas llegasen a la vez, vendedores de regaliz de palo, mendigos y borrachos que aparecen siempre cuando se junta una muchedumbre; y dentro la gente, mucha gente, procesa, se detiene, contempla, observa, actúa, se ríe, discute, a veces llora, limpia, dispone flores, comenta la limpieza y las ramas de los demás, lamenta que hay más tumbas que nunca, y que hay inquilinos nuevos en el patio de párvulos.

Los muertos dan mucha vida, y el día de los santos los vivos salen a jugar entre los muertos. Resulta un espectáculo muy interesante.