lunes, 23 de mayo de 2011

De la Democracia

No me gusta criticar la democracia española. No es mi país, aunque ha sido mi casa durante más de veinte años. Sigo siendo un invitado. No he contribuido a la transición, ni en qué se ha convertido. España pasó a la democracia, una democracia real, cuando muchos paises no han sabido aprovechar la misma oportunidad.  España es un país estupendo para vivir, libre de represiones políticas y de arbitrariedades judiciales, rico, en comparación con el resto del mundo, con una gente abierta, hóspita y bondadosa (he estado en muchos sitios, y sé de lo que hablo), una cultura rica, una cocina exquisita y un clima que llama a la vida y la alegría.

Sin embargo, y desde el respeto y el aprecio, ofrezco unos comentarios:

Herri Bastasuna/Bildu. Sí, sabemos que, llámese como se llame, son los portavoces de Eta, y su existencia como fuerza política permite a sus simpatizantes expresar su opinión, y permite a su personal entrar en las instituciones (y cobrar dinero público, pero eso es otro problema). Sin embargo, la ilegalización de unas ideas y de su expresión es, mal que nos pese, anti-democrática, y así lo he dicho muchas veces. Si las ideas que defiende Bildu tienen apoyo suficiente para alcanzar representación en los ayuntamientos y parlamentos, hay que aceptarlas, combatirlas si se quiere, exponer sus falacias si se cree que existen, y, por supuesto, perseguir  judicialmente los delitos que puedan cometer, alentar o financiar, pero la mera expresión o defensa de una postura, por mucho que disguste a la mayoría, no se puede penaliza, ya que la democracia es otra cosa. ¿Qué será la siguiente opinión que no se permite tener? Muy peligroso el precedente. Lleva a la tiranía de la mayoría, y en la práctica de una oligarquía, y la supresión de la heterodoxia.

Listas cerradas. El hecho de que se tenga que votar a un partido debilita la democracia porque la cadena de representación es larga y distorsionadora. La función del diputado, se supone, es representar a su pueblo ante el gobierno y defender sus intereses en el parlamento. Los jefes de los partidos tienen poder absoluto sobre quién entra en las listas y en qué puesto, así que deciden quién nos representa, qué política tienen que defender, qué legislación tienen que apoyar, quién vive y quién muere en los muchos y diversos circos políticos de este país. El ciudadano de a pie no se siente representado por no lo está. Sus diputados locales no le deben nada, así que no le hacen caso. Se deben únicamente a su partido. Su lealtad no pertenece a los votantes, sino a los caciques. Los partidos, de hecho, reclaman que el propio escaño pertenece al partido, y no al diputado que lo ocupa, lo cual demuestra hasta qué punto la voluntad del votante está obviado por los dirigentes. Una voz independiente apenas se puede hacer escuchar, un grupo con ideas que no encajen en los grandes partidos se encuentra al margen de la democracia, sin poder influir ni defenderse.

Esto, en parte es porque...

Nos obligan a financiar a los partidos políticos. ¿Por qué se cree necesario dar dinero público a unas organizaciones privadas para que compitan por el privilegio de darnos órdenes? Si no nos pueden convencer por sus propios medios, ¿por qué les pagamos para que les sea más fácil? No entiendo el razonamiento, pero sí está claro que impide que otras corrientes se dejen oír, y participen plenamente en el proceso democrático.

Me limito a hacer estos breves comentarios, y a seguir disfrutando de este país, donde tan bien se puede vivir.

domingo, 8 de mayo de 2011

Mercado Alfonsí

 Basta de política; a divertirse:




domingo, 1 de mayo de 2011

Demostraciones y Banderas

Hoy, como todos los 1 de mayo, grupos de retrógradas* indeseables tomarán las calles de España y de otros paises, para defender las ideas nefastas y trasnochadas de una serie de pensadores imbéciles y despotas sangrientos, entorpeciendo a los transeuntes, y probablemente amedrentando a los que protestan y destrozando la propiedad ajena (porque es lo habitual, aunque no suele pasar aquí)..

No discuto su derecho de manifestar sus opiniones y defender sus ideas, al contrario, y aquí lo han hecho con corrección y sin violencia, amenazas o destrozos. Sí cuestiono esas ideas, y su propia inteligencia, coherencia y entendimiento del mundo. Anarquistas pidiendo más leyes, más gobierno y más impuestos; comunistas pidiendo más y más dinero sin saber de dónde puede proceder ni las consecuencias que tiene el inventarse una economía que no existe (y sus heroes Stalin, Fidel, Mao etc. han demostrado sobradamente lo que pasa, pero parece que no aprenden); sindicalistas que dicen defender al trabajador pero que viven del trabajo de otros, y yo soy trabajador normal y corriente, no me representan ni me defienden.

En fin, hay gente pasándolo mal por el estado de la economía, y cada uno propone las soluciones que cree pueden servir. Si se basan en la ideología y la ignorancia más queen la realidad es difícil que prosperen, pero viva la libertad, y como siempre, lo digo sinceramente- reconozco a los que discrepan conmigo una libertad que, tal vez, no me concederían a mí.

En la foto se aprecian varias banderas anti-democraticas, con los que esta organizaciones claramente están contentos de identificarse. Blanden con orgullo simbolos de la dictadura soviética, y de la España comunista, delante de la policía, impúnemente. Como debe ser. Son libres como todos. Pero no sé si una bandera falangista o una esvástica sería recibida con la misma pasividad (y no tengo ningún interés en defender ninguna de estas ideologías ni enseñar sus símbolos, pero es importante recordar que la gente ha esclavizado y empobrecido a sus compatriotas con muchas excusas a lo largo de los años, y la hoz y martillo es el símbolo de unos de los personajes más viles de la terrible historia del siglo XX; y sus seguidores siguen entre nosotros).

*Si alguien se pregunta por qué llamo así a unas personas que intentan defender a los parados y a los trabajadores que menos ganan, a los que peor lo están pasando y menos garantías tienen, la respuesta es muy sencilla. No lo hacen. Si eso fuera el propósito real de estas manifestaciones mi artículo tendría un enfoque muy distinto.