miércoles, 9 de marzo de 2011

Un Par de Franceses

Estuve en Madrid este fin de semana, viendo cuadros y haciendo deporte en el Retiro. Jean-Léon Gérôme está en el Thyssen, y Jean Siméon Chardin se exhibe en el Prado. Éste pintaba mayormente bodegones, con alguna incursión al costumbrismo. A aquél le daba por las grandes escenas históricas, alegorías, desnudos y colores pasteles, que mete en el cuadro con cualquier excusa, para que choquen entre sí y den otro tipo de vida. Se le dan muy bien las caras; expresa con mucho detalle la maldad, el sufrimiento, el miedo, la desesperación, la alegría alocada.

No pongo enlaces, ya que saben usar Google. Mejor sería acercarse para verlos. Los dos merecen la pena.

El Retiro, como siempre. Lleno de gente, buscando el descanso, la salida del mundo real, a su manera. Increíble lo que se puede hacer sobre patines- trucos, saltos, carreras, hockey, pasear el perro, jugar al frisbee, hacer el trenecito con los niños, hasta yoga sobre ruedas. Yo sólo hago footing (perdón, 'running'). Estoy desfasado. Todo el mundo se divierte; todos se mueven sin molestar a los demás o por los demás. Una gozada.

Un comentario- ¿Por qué los empleados de los museos tratan a los visitantes como si fueran una molestia, ganado a procesar, no clientes a atender? Cuando se paga dinero para ver arte es porque uno se imagina que le va a producir placer estético, satisfacción intelectual; algo pretende sacar del tiempo y el dinero que gasta. Los empleados no comprenden que la gente quiere ver las obras bien, disfrutar con ellas y que puede querer compartir sus reacciones, sus descubrimientos y su placer con otras personas. Para ellos cualquiera que no se calla y sigue andando es un problema. En fin. Ayer perdió el Arsenal, me tengo que quejar de algo.

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