Un sujeto llamado José Luis Centella acaba de hacerse cargo del Partido Comunista de España. Es un partido que no debería existir, y mucho menos debería un periódico serio como El País ofrecerle sus páginas para expresarse. El ABC no lo haría con Blas Piñar, y ninguno lo haría con Otegi. Pero los extremistas de la izquierda siguen siendo aceptables, por razones que nunca he entendido. La filosofía política corrupta, transnochada, odiosa, naufragada, mil veces fracasada, enemiga implacable y mil veces demostrada de la libertad, el éxito y el bienestar, no querida por ningún pueblo, impuesta y mantenida exclusivamente mediante la violencia y la persecución, esa idea vil y execrable que es el comunismo sigue ensuciando el mundo a pesar de su infame historia. Pero viva la libertad de expresión, así que vamos a ver lo que dice este hijo espiritual de Marx, Stalin, Mao Tse Dung, Castro y un helenco muy largo de otros asesinos y tiranos.
Dice que no hay que pedir perdón por nada. Se equivoca Vd., Señor Centella. Debe pedir perdón de rodillas todos los días en la Plaza de la Corredera por haber colaborado en la continuada existencia de este nocivo concepto en este país. Una política que ha matado a decenas de millones de personas en todo el mundo, y que ha esclavizado y empobrecido a miles de millones, debería ser denunciado y desterrado del planeta, no celebrado como lo hace Vd.
Dice que la historia del comunista tienen luces y sombras pero busca una sociedad más justa. ¿Dónde están estas luces, Señor Centella? Yo sólo veo sombras. Y que busca una sociedad más justa es mentira, sencillamente. El comunismo ha buscado siempre destruir las bases de la riqueza de las sociedades donde opera, para mejor controlar a la población. (Respeto al PCE, no hay más que pasar por la sede de IU. Está decorado con pósteres y consignas que apelan directamente al odio. Nada de justicia.)
Dice que en Cuba los presos políticos son "personas encarceladas porque han sido cómplices de atentados terroristas, porque han estado a sueldo de la embajada de EE UU". Tiene que saber que las muchas víctimas de su amigo Fidel han sido y son, en su gran mayoría, personas normales, inocentes, cuyo único delito ha sido no aceptar con gratitud suficiente el paraíso que Fidel les ha preparado. Tiene que saber que lo que dice es una gran mentira, y que perpetuar esa mentira tiene consecuencias muy graves para los Cubanos que esperan recuperar su país de manos del dictador ensangrentado que se lo robó hace ya 50 años.
Dice más cosas. Que las lea quién quiera. Yo he visto suficiente.
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