Mañana acaban con otra de nuestras libertades, la de tener una conversación sin tener que dar cuentas a nadie. A partir de mañana será delito no entragar una serie de datos personales al comprar un teléfono móvil, datos que se asociarán a tu número para poder saber a quién llamas y quién te llama a tí. Sí, sí, me refiere a tí, no a algún hipotético terrorista u otra gentuza, sino a tí y a mí. Y las empresas de telefonía correrán con los gastos de almacenaje de datos, así que podemos esperar subida de precios.
Esto se justifica porque los terroristas de Atocha aprovecharon unos teléfonos pre-pago en el atentado. ¿El Ministerio de Interior nos quiere hacer creer que, de no existir los teléfonos anónimos, estos animales se hubieran olvidado de su plan, por no encontrar otra solución? ¿Acaso nos toman por tontos? Seguramente, sí. Y nos lo tragamos. Lo han hecho porque pueden, y porque no valoran nuestra libertad, ni la tuya ni la mía. Yo sí valoro la mía, y la tuya tambien. ¿Y tú?
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