
Para que quede claro, Orlando Zapata no era delincuente, y mucho menos terrorista. Fue condenado a 36 (sí, treintaiseis) años de cárcel por protestar reiteradamente contra el hijoputa que sigue destruyéndoles la vida a sus compatriotas. Por hablar, en esencia, por decir cosas no autorizadas. Al Sr Toledo el gobierno no propone encarcelarle ni privarle de ninguna libertad o derecho por decir lo que ha dicho. Luego hacer una comparación de este tipo es de una estupidez y un narcisismo realmente asombrosos, además de un mal gusto tremendo.
Sé que es actor, y no deberíamos esperar intelegencia, ni análisis concienzudo, ni mesura ni conocimiento básico del mundo real; no deberíamos, en definitiva, esperar nada más que la estupidez y el narcisismo que, en efecto, ha manifestado, pero lo que sí se podría esperar de unos medios serios en un país serio es que, cuando un imbécil sin importancia dice idioteces, no se le haga caso.
Addendum: Respeto a la muerte de Orlando Zapata, un portavoz de los tiranos dice esto. Dejo como ejercicio para el lector el subrayar las incongruencias y falsedades, e identificar por qué lo que cuentan de su pasado suena a invento. Es cierto que no suelen matar a sus paisanos en público, esto no interesaba a Fidel y sus amiguetes, pero han respondido con rapidez. Y aquí una opositora experimentada reflexiona sobre el fallecido.
Luego pensemos qué libertades nos faltan en España. No se está tan mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario